Despedida, porque tú lo vales

Cómo sobrevivir a un despido en tiempos que pintan muy negro.

Despido olé abril 3, 2010


Desde el 23 de marzo contribuyo a aumentar las listas del paro. Ese día, el que consideraba mi nuevo jefe, me llamó a una hora muy taurina, las 5 de la tarde, para darme la estocada. Bueno, no voy a dramatizar, pues solo dejaré que quede en un cornada.

También este día, pronunciaba un emotivo discurso en el que se acordaba de los parados de este país y del compromiso que tenía la institución que iba a dirigir con ellos. Lo que no dijo es que también él quería contribuir con un despido, el primero y único.

¿Los motivos?: nadie le había hablado mal de mí, incluso las veces que había tenido que trabajar para él lo había hecho razonablemente bien. Bien, pero no suficiente. Tal vez mi nombre, tal vez mi cara, tal vez mi voz, tal vez mi libro de familia… Lo cierto es que no era lo que buscaba. Ya lo había encontrado.

Y me pregunto: puesto que te están mandando a tu casa ¿por qué no lo hacen con clase o con algo más de gracia?

Bueno, me conformaría con un poco de sinceridad. La clase y la gracia son patrimonio de unos pocos.


Pd.: Para un despido tan torero, y para aplicarnos aquello de la gracia, nada mejor que Zizi Possi versionando «
El torero» de Carosone. Aunque la grabación no le hace justicia a Possi.