Despedida, porque tú lo vales

Cómo sobrevivir a un despido en tiempos que pintan muy negro.

«La mujer de…» abril 26, 2010


En un mes he descubierto todo lo que puede dar de sí la expresión «la mujer de …»:

«La mujer de … despedida», vitoreaban algunos nada más conocerse mi despido.

Otro, algo más amable, dice: «La mujer de … excelente profesional y estupenda persona, despedida por la ambición de su marido».

«La mujer de … Adiós a la Topilla».  Por lo visto, «la mujer de…» padece de desdoblamiento de personalidad y ha terminado siendo La Topilla , es decir, también es la mujer de… El Topo, un personaje creado por «el de la mujer de…».

«A la mujer de … se le ha visto con currículum en mano por Alcajob -feria del Empleo de la Universidad de Alcalá», anunciaban algunos.

«La mujer de… la que se pasea con su CV, es también la mujer del butanero…» . «La mujer de …» encima tiene la mala suerte de serlo de alguien que se apellida Naranjo, de ahí orange, de ahí naranja, de ahí el color de las bombonas de butano». En fin, los comentarios que le siguen los voy a omitir por soeces, pero en nuestro país son sobradamente populares los chistes sobre el butanero.

Tambien hay quien se alegra de que «la mujer de… pase ahora más tiempo en casa».

«La mujer de…» también es la compañera, mujer, amante o madre de los hijos del de la mujer de… Este último no lo tiene del todo claro.

«La mujer de …» no tiene nombre, aunque todos parecen conocerla muy bien. Resulta además que «la mujer de…» parece que sí llevaba 12 años trabajando en la Universidad de Alcalá, o con anterioridad en su Fundación. Pero para los que han bautizado a «la mujer de…» -muchos de los cuales  por aquél entonces no habían llegado a la Universidad-, esto ha sido posible porque siempre fue «mujer de …». Y si «la mujer de… «vuelve a encontrar trabajo, no será por su experiencia, por conocer bien su trabajo, sino por «ser la mujer de…».

Lo más sorprendente es que «la mujer de…», ni tan siquiera es oficialmente la mujer de nadie. Salvedad ésta que creía innecesaria, pero que no lo es en el caso de aquellos que te otorgan valor por esa condición de «la mujer de…».
Evidentemente, aún padecemos un retraso educativo en cuestiones de igualdad, heredado y mantenido. Una cuestión que me desconcierta aún más cuando se hace evidente en un marco universitario, de donde saldrán -se presupone- algunos de los jóvenes que nos gobernarán. Donde, también se presupone, se encuentran algunos de los sabios de nuestro país.

La cuestión es si a las mujeres no nos queda más alternativa que el silencio, la mirada para otro lado, esquivar el conflicto y rendirnos ante la evidencia de un trato como poco injusto. De lo contrario, también encontrarán argumentos y los mismos que te tratan como «la mujer de» serán los que te tachen despectivamente de feminista o de oportunista.

«La mujer de…» efectivamente no tendrá forma legal de demostrar que ha sido despedida -se trata de un cese-; ni represaliada por ser «la mujer de», aunque no son pocos los que encuentran argumentos para la marcha de «la mujer de… por ser la mujer de… por ser la Topilla» y que confirman con sus testimonios dicha represalia; y agraviada -esto sí, es un dato objetivo, pero que de poco sirve, pues duele por lo que tiene de personal-.

Poca defensa tiene «la mujer de…», que transcurrido un mes en boca de todos, al menos echará mano de las pocas opciones que le quedan o le dejan: este blog, una queja formal ante las asociaciones de periodistas y una carta a la Ministra de Igualdad, que tal vez tenga las claves para explicarle por qué aún hoy muchas mujeres sólo son «la mujer de…», independientemente de cómo hayan hecho su trabajo.

 

14 Responses to “«La mujer de…»”

  1. TecniMan Says:

    Este blog promete… sigue asi

  2. Juan Manuel Roman Says:

    Injusto y lamentable

    • Juan Manuel Roman Says:

      Una amiga, Begoña me envió esto:

      A veces se nos conoce por ser la mujer de, la madre de, y no se paran a pensar que cada uno es persona por si sola. De nada sirve se la mejor y cumplir con nuestro trabajo, si se nos encasilla y no somos de la ideologia del jefe. No hemos avanzado nada.

  3. un amigo Says:

    Es alucinante… Creo que deberías montar un auténtico escándalo. Esto es de vergüenza y demuestra que el ladrón suele creer que todos son de su condición. Ellos se lo pierden; alguien con más seserá te aprovechará… pero cuéntalo que hay muchas mujeres que sufren estas cosas y nadie se entera.

  4. Apertas Says:

    Es desquiciante, Celia, en efecto: tienes toda la razón. Me siento muy solidario y cómplice en estos momentos; imagino y comprendo bien tu indignación, esa sensación de impotencia, de injusticia flagrante. Y me acuerdo mucho de ti, la verdad. Todo esto resulta impropio de una sociedad moderna, pero… ¿este mundo nuestro acaso lo es? Porque, ya ves, vivimos rodeados de cables, maquinitas, redes sociales y demás artefactos, pero los viejos vicios, los caprichos, las represalias, los amiguismos, siguen gozando de un amplio radio de acción. Es desolador, sí, pero sólo te sugiero que en ningún caso te desanimes. Tú vales mucho, muy mucho, con independencia de que éstos sean tiempos perros, los peores para afrontar un atropello de esta naturaleza. Esto lo acabaremos por resolver entre todos, ya verás. Bicos, apertas y ánimo a raudales…!!

  5. Juan Manuel Roman Says:

    Paso enlace de otro blog, EL POLVORIN, donde lo ha puesto Ivonne otra gran amiga-

    http://elpolvorin.over-blog.es/article-espa-a-la-mujer-de-49377245.html

  6. santi Says:

    Hay que contarlo todo y decir que lo del rector es aún más vergonzoso si tenemos en cuenta que tiene a toda su familia en la UAH, que no ha tocado a nadie de Virgilio y que sólo te ha echado a ti por machismo e incultura. Yo creo que esto le va a salir muy caro. De momento ya se habla de ello en todo Madrid y en Alcalá ni te cuento. Y tú mucho ánimo, que vales más que esos tuercebotas de medio pelo.

  7. Sami Says:

    Ay Celiña! Tenía que pasar.
    Crecer juntas, como personas, y ver cómo todo lo bueno y lo malo que nos tiene que venir en una vida de personas va llegando, y lo vamos superando, y disfrutando, y llorando y gozando como personas…
    Tenía que pasar que la vida de cada persona, con sus particularidades vaya pasando, con su cadencia, haciédonte creer que con todo lo bueno y todo lo malo, todo lo que pasa es lo que les ocurre a las personas porque lo son. Y a ti te tiene que pasar porque tú además eres una de las grandes… personas digo…
    Y tenía que venir el marido de alguien a tocar las narices y hacerte pasar por una pesadilla. Esto que te está pasando a tí no tiene nada que ver con las personas. A las personas no se las cataloga, etiqueta, clasifica, coloca en ninguna parte. Porque son personas. Al menos tú no lo haces… porque eres de las grandes.
    Yo al marido de alguien ese, el hijo de alguien ese ya lo he catalogado. Pero es que yo no soy tan grande como tú.

  8. estupefacto Says:

    Firmo así porque así me siento. Indignado también, y con ganas de darle dos leches a alguien. Esto demuestra la podredumbre que hay en la Universidad y le acerca a su muerte por gangrena. ¿Pero dónde estamos llegando? Me parece A-LU-CI-NAN-TE que el tal Galván cometa un atentado machista tan E-VI-DEN-TE contra una grandísima profesional que además es muy buena gente. Tiene que montarse un escándalo nacional, que esto llegue a Madrid, que llegue a las asociaciones de mujeres y de la prensa, y al Parlamento si hace falta, coño.
    Eso sí, creo que Galván ha cavado su propia tumba con un estreno tan tan tan ruinoso y cutre. Ánimo Celia!!!

  9. Yolanda Says:

    La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa.

  10. Fran Says:

    Hola Celia,

    Creo que he sido el último en enterarme. Evidentemente está todo expresado. ¡Esta España nuestra! Pero leyéndote -cosa poco fácil si lo hicieras desde la UAH- creo que te han hecho un favor. Ya sabes, por aquel dicho de «mala suerte, buena suerte…», porque siempre sucede aunque no lo veamos conscientemente que Dios -o La Fuerza, o como le queramos llamar- nos quita de donde ya hemos cumplido o de donde no debemos perder tiempo y nos pone donde tenemos que gastarlo mejor.
    Dile al butanero que tienes por esposo que te dé una columna y demuestra lo que vales. O mejor, móntate tú un periódico y compite con él.
    Por de pronto has conseguido que yo haya escrito algo en un blog por primera vez en mi vida. Ya es algo.

    Ánimo y Fuerza

    bicos
    O´Fran

  11. Sonia R. Says:

    Celia, no sabía lo ocurrido y llevo un buen rato navegando por tu blog… Lamento mucho lo que ha pasado, pero si allí sólo hay podedumbre… ¿qué pintas tú allí? Si ‘ser la mujer de…’ nunca fue el motivo, tampoco tiene por qué serlo ahora… Alcalá es muy pequeña y hay mucha gente que se aburre, pero un poco más allá estas cosas suenan a pequeñeces… en realidad, ni suenan. Ánimo!


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